¿Qué es la Osteopatía?
La osteopatía es una disciplina terapéutica basada en la anatomía, fisiología y biomecánica del cuerpo humano que plantea un enfoque global del individuo. Se fundamenta en la relación entre la estructura corporal y su función, y cómo esta interviene en la producción de la enfermedad.
La intervención osteopática realiza un diagnóstico funcional con la finalidad de proporcionar el tratamiento más adecuado para el paciente. Este tratamiento está compuesto por un conjunto de métodos y técnicas terapéuticas y preventivas que, aplicadas manualmente sobre los tejidos, obtienen de forma directa o refleja reacciones fisiológicas que equilibran y normalizan las diferentes alteraciones corporales.
Se trata de una terapia complementaria a la medicina convencional, compartiendo el objetivo de prevención y promoción de la salud.
A su vez la osteopatía puede dividirse en tres grandes ramas interconectadas entre sí:
- Osteopatía estructural: dirigida al tratamiento del sistema musculoesquelético y del sistema nervioso periférico.
- Osteopatía visceral: dirigida a disfunciones de estructuras viscerales y al sistema fascial y ligamentario que las rodea.
- Osteopatía craneal: tratamiento de las estructuras de cráneo y, a través de las mismas, de pares craneales y otras partes del sistema nervioso central.
Indicaciones:
- Disfunciones del aparato locomotor: el dolor vertebral es uno de los motivos de consulta más frecuente en osteopatía, tales como cervicalgia, tortícolis, neuralgias cérvico-braquiales, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas, cruralgia, etc.
- La Osteopatía está indicada también en dolores de los miembros, como periartritis escápulo humeral, síndrome subacromial, tendinopatías, esguinces, roturas musculares, traumatismos, artrosis, etc.
- Disfunciones craneales: especialmente indicada en cefaleas, migrañas, pitidos o zumbidos en los oídos, vértigos y mareos, pero también en problemas oculares, de oído, sinusitis, rinitis, etc.
- Alteraciones de la ATM (Articulación Témporo-Mandibular): el dolor durante la masticación, bruxismo, bloqueo mandibular, disminución de la apertura de la mandíbula, etc.
- Trastornos digestivos, como dificultad en la digestión, reflujos, gases, colon irritable, etc.
- Trastornos cardiorrespiratorios, como bronquitis, sinusitis, etc.
- Trastornos ginecológicos, como dolores menstruales, dolor ginecológico, pérdidas de orina, etc.
- Pediatría, en alteraciones del sueño, cólicos del lactante, tortícolis congénita, otitis de repetición, plagiocefalia, etc.