Capsulitis adhesiva u hombro congelado
El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva o retractil, es un síndrome de origen desconocido en el cual la cápsula sinovial que recubre la articulación del hombro comienza a engrosarse y a formar adherencias que impiden el libre movimiento de la articulación. La cápsula es una «bolsa» de tejido fibroso que recubre las articulaciones para contener al líquido sinovial.
Aunque su origen es desconocido por el momento, el hombro congelado suele darse más en mujeres que en hombres y en edades comprendidas entro los 40 y los 60 años. Existen algunas patologías, como la diabetes, que aumentan la probabilidad de sufrir este síndrome.
Aparte de en la diabetes, existen otras enfermedades en las que se puede asociar un hombro congelado, como pueden ser el hipo o hipertiroidismo, las enfermedades cardiovasculares o la enfermedad de Parkinson.
Pero, sobre todo, el hombro congelado suele aparecer tras un período prolongado de inmovilidad de la articulación. Por operaciones en la zona debido a fracturas, mastectomías, etc. También por inmovilidad debido a hemiplejía u otras circunstancias como la lesión del manguito de los rotadores, musculatura que rota y estabiliza el complejo articular del hombro.
La evolución típica de la capsulitis adhesiva es en tres fases desde su aparición hasta su desaparición con o sin secuelas. La primera fase es de tipo doloroso con un incremento paulatino de la rigidez del hombro. Posteriormente tendremos la fase de hombro congelado propiamente dicha en la que disminuirá mucho el dolor, pero el hombro perderá una gran cantidad de movimiento. Tras esta fase entraremos en la fase de descongelamiento en la que poco a poco se irá recuperando la movilidad y desaparecerá completamente el dolor.
El proceso completo de la enfermedad puede durar hasta tres años y puede dejar secuelas tanto dolorosas como de rigidez articular instaurada. Un tratamiento desde la fisioterapia y la osteopatía pueda reducir mucho estos tiempos y, además, disminuir la posible aparición de las secuelas.
El tratamiento irá orientado a la disminución de la inflamación y, principalmente, a la recuperación de la movilidad desde un primer momento. Esta movilidad no sólo debe referirse al rango fisiológico de la articulación, sino a todos sus pequeños movimientos accesorios y a la libertad articular de todas las articulaciones que están implicadas en el movimiento del hombro, como son la columna cervical y dorsal, las articulaciones de la clavícula con esternón y escápula, la movilidad de la escápula sobre la parrilla costal dorsal, etc.
Si presentas estos síntomas, desde clínica de fisioterapia y osteopatía Caelum en el centro de Granada, podemos ayudarte a evitar que el hombro congelado se instaure y deje secuelas difícilmente corregibles sin haber llevado un tratamiento adecuado.