La artrosis

La artrosis es una enfermedad reumática degenerativa que produce un paulatino desgaste del cartílago articular. Este cartílago reviste los huesos en las zonas articulares para evitar que se produzca durante el movimiento de esa articulación un roce para el que el material óseo no está preparado.

Los síntomas de la artrosis son: rigidez de la articulación, crepitación al movimiento, limitación de la movilidad y dolor de tipo mecánico. El dolor mecánico es aquel que sólo se produce durante el movimiento o la carga de la articulación, es decir, cuando nos encontramos en reposo deja de doler.

También hay que señalar que la artrosis puede tener fases inflamatorias, que requerirán tratamiento específico. El dolor inflamatorio es aquel que duele en reposo y tiende a la mejora durante el ejercicio, cuando se «calienta» la articulación.

El origen de la artrosis es multifactorial, desde el desgaste por sobreuso de la articulación, hasta causas hormonales o genéticas, pasando por la artrosis asociada a la edad. Por ello, debemos orientar el tratamiento no sólo a reducir los síntomas, sino a paliar en la medida de lo posible la causa por la que se está generando dicha artrosis.

Existen zonas relativamente frecuentes en la aparición de esta enfermedad, como son la columna lumbar y la cervical; dedos de la mano, principalmente el pulgar en la articulación entre el trapecio y el metacarpiano (rizartrosis); dedo gordo del pie y en grandes articulaciones como hombro, cadera y rodilla (gonartrosis).

En cuanto al tratamiento se orientará en frenar el avance de la enfermedad y en el alivio de los síntomas que esta produce: se realizará una fisioterapia antiálgica para reducir la sintomatología dolorosa; se trabajará la movilidad articular, tanto movilidad fisiológica como accesoria, para reducir rigidez y limitación; se tratará toda la musculatura periarticular para liberar la articulación y, también, se trabajará sobre el posible origen de la artrosis si éste fuese tratable.

Estos orígenes son la hipomovilidad de una articulación que esté produciendo que la articulación artrósica trabaje de más; la búsqueda de cambio de hábitos o de movimientos si el origen de la artrosis es debido a un sobreuso de la articulación y, en caso de que la artrosis se deba a un cambio hormonal postmenopáusico, se trabajrá con osteopatía craneal y ginecológica.

Desde clínica de fisioterapia y osteopatía Caelum en Granada, recomendamos que en caso de padecer artrosis visites a un especalista lo antes posible para paliar síntomas y disminuir el avance de la enfermedad.

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